Crear una franquicia quiere decir reproducir un modelo de negocio con un éxito previamente probado, con una marca reconocida y que cuenta con una serie de procedimientos propios, los cuales son susceptibles de transmisión a terceros.
Al franquiciar, se crea un acuerdo de carácter contractual, el cual establece que una parte cederá el uso de una marca y los conocimientos necesarios para la reproducción del negocio, de manera que le sea más fácil obtener el éxito.
A su vez, el franquiciado se encuentra obligado a respetar unas normas establecidas en cuanto al tratamiento y reproducción de la insignia y al pago de unas determinadas cuotas, todo ello establecido en el contrato.
Para que un negocio sea susceptible de franquiciar debe contar con determinados elementos básicos, entre los que se encuentran los siguientes:
1. Definición y viabilidad de franquiciar
Lo más básico a considerar para establecerse como franquicia es contar con un concepto empresarial completo y probado.
Este concepto se verá respaldado al contar con plataformas definidas, buenos programas de control, una serie de metodologías de selección de personal, punteras aplicaciones informáticas que garanticen el aprovechamiento de los recursos, una estructura departamental que de fe de una correcta comunicación entre todas las partes, un excelente plan de marketing que vaya en concordancia con la estrategia empresarial, una cierta popularidad de marca, un plan establecido para la formación inicial, concesiones de territorialidad estudiadas y establecidas y la existencia, previa formulación, de un contrato claro, ecuánime y veraz.
Uno de los primeros pasos para alcanzar estos objetivos, será definir la estrategia de expansión empresarial. Esta debe contar con un estudio de aspectos como la competencia con otras marcas, la creación de manuales que permitan sistematizar los conocimientos, el establecimiento una política de aprovisionamiento, un plan de marketing acorde con los objetivos y quizá una restructuración de la imagen de marca, además de establecer una estructura y sistemas capaz de atender al franquiciado y controlar la futura red.
En este estudio se deben incluir además, detalladas previsiones de crecimiento empresarial y sus respectivas valoraciones económicas correspondientes a la implantación del proyecto como central de franquicia y franquicias piloto. Este último estudio debe contar con un plan económico financiero previsional a tres años.
2. Presentación del negocio y elaboración de la documentación contractual
Después de haber valorado la franquiciabilidad de nuestro negocio y de haber definido los aspectos clave para la explotación del negocio en franquicia, será necesario documentarse sobre las condiciones legales establecidas a nivel nacional. Para este proceso se deberá contar con:
• La elaboración de un Dossier informativo de Franquicia.
• La redacción del Precontrato de Franquicia.
• La creación de un modelo de Contrato de Franquicia.
3. Transmisión del Saber Hacer
Un elemento básico establecido en todo acuerdo de franquicia es la entrega al franquiciador del “know how” de la central franquiciadora. Esta transmisión deberá materializarse a través de la entrega de manuales que contengan dicha información, mediante los cuales el franquiciado será capaz de desarrollar su franquicia bajo parámetros uniformes a la marca.
Estos manuales deben ser contener información correspondiente con la actividad exacta a desarrollar por los establecimientos, el cómo hacerlo, el papel de los recursos económicos, técnicos y humanos para la marca, un estudio del entorno y sus cambios, y por último las directrices para controlar y mejorar la calidad y productividad de las franquicias.
Lo más común y adecuado, es que el franquiciador brinde asistencia inicial y continuada a sus franquiciados, con la finalidad de prepararlos para hacerse cargo del negocio, por lo que dicha formación también debe ser prevista al establecerse como central.
4. Plan de Desarrollo Empresarial
Por último, uno de los puntos más importantes a tener en cuenta, es la planificación previa del crecimiento de los puntos de venta de la red.
Algunos aspectos clave en dicha planificación son aquellos en relación a la:
• Identificación de las zonas de implantación prioritaria.
• Determinación y análisis del perfil ideal del franquiciado.
• Definición del nivel mínimo estimado de población para que la actividad resulte rentable y parametrización de las zonas de exclusividad territorial por unidad.
• Establecimiento de los objetivos anuales de aperturas y la cobertura geográfica y temporal del mercado que se desea obtener.
• Definir de forma clara y detallada la estrategia organizativa de expansión.
• Desarrollar y perfilar todas las acciones de comunicación necesarias para alcanzar los objetivos establecidos.
Establecer un negocio siempre lleva mucho trabajo consigo, al hacerlo en franquicias es fundamental no dejar suelto ningún cabo, por ello recomendamos antes de dar el paso, consultar con expertos en franquicia que nos asesoren en la tarea.